Todo sobre la Cisterna Basílica

Construida durante el reinado del emperador bizantino Justiniano I, la Cisterna de la Basílica fue específicamente diseñada para almacenar agua para el Palacio Imperial y las regiones adyacentes. Esta estructura notable atrae el interés global, especialmente debido a las enigmáticas Cabezas de Medusa de la Cisterna de la Basílica, que añaden un elemento de misticismo y fascinación al sitio.
Todo Sobre La Cisterna Basílica | La Cisterna Subterránea Más Grande

Datos Rápidos Sobre la Cisterna de la Basílica:

Nombre Oficial: Yerebatan Sarnıcı

Ubicación: Alemdar, Yerebatan Cd. 1/3, 34110 Sultanahmet Fatih, Estambul, Turquía

Punto de Referencia Más Cercano: Santa Sofía

Inaugurada: 1987

Horario de Funcionamiento: 9 AM a 7 PM

Encomendada Por: Emperador Justiniano en el 532 d.C. tras los Disturbios de Nika

Arquitecto: Diseñada por Tralles

Mano de Obra en la Construcción: Aproximadamente 7,000 individuos esclavizados bajo el dominio bizantino

Estilo Arquitectónico: Con un diseño rectangular con cuadrados chaflanes y columnas de mármol imponentes

Sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO: Reconocida como uno de los lugares más significativos históricamente en Estambul

Visitantes Anuales: Aproximadamente 2.2 millones

Propósito: Originalmente construida para almacenar agua para el Palacio Imperial y las regiones circundantes de Constantinopla

¿Por Qué Visitar las Cabezas de Medusa de la Cisterna de la Basílica?

Significado Histórico: La Cisterna de la Basílica es un notable testimonio de la habilidad arquitectónica y de ingeniería bizantina, con la inclusión de las Cabezas de Medusa proporcionando un intrigante aspecto histórico a la atracción.

Atractivo Místico: Los motivos detrás de la curiosa orientación invertida y lateral de las Cabezas de Medusa de la Cisterna siguen siendo un misterio, pero estos ángulos no convencionales crean una atmósfera inquietante que realza el encanto general de la cisterna.

Artefactos Griegos Antiguos: Las cabezas de Medusa representan una rara supervivencia de la escultura griega antigua en Estambul, diferenciándolas distintivamente de cualquier otra cosa que encontrarás en la ciudad.

Deslumbrante Placer Visual: La cisterna suavemente iluminada, adornada con columnas ordenadas y sus reflejos brillantes en el agua, ofrece una experiencia visual de belleza excepcional que deja una impresión indeleble. Las cabezas de Medusa son solo uno de los muchos elementos que contribuyen a la magnificencia de este antiguo sitio.

Estatuas de Medusa

Para comenzar tu recorrido a través del antiguo reservorio de agua, debes descender una escalera de 52 escalones, que te llevará al mundo fascinante de las 336 columnas iluminadas dentro de la Cisterna de la Basílica. Gracias a sus columnas imponentes, arcos expansivos y construcción impresionante, el público cariñosamente la llama 'Palacio de la Basílica'.

Período Bizantino

Durante el reinado del Emperador Justiniano en el siglo VI, se erigió la Cisterna de la Basílica. Su función principal era proporcionar agua al Gran Palacio y a las estructuras vecinas, con una impresionante capacidad de almacenamiento de aproximadamente 100,000 toneladas de agua. El diseño arquitectónico fue ideado por el renombrado arquitecto Tralles. La tarea de reaprovechar y erigir las 336 columnas, que ahora se erigen como un testimonio de su grandeza, fue confiada a una fuerza laboral de 7,000 individuos esclavizados.

Era Otomana

Bajo el reinado del Imperio Otomano en Turquía, la Cisterna de la Basílica sirvió como una fuente vital de agua para el Palacio de Topkapi y el Harén Imperial. Sin embargo, a medida que el Imperio enfrentaba la desintegración, la cisterna cayó gradualmente en desuso. No fue hasta que el viajero holandés Petrus Gyllius emprendió un esfuerzo de restauración, equipando la instalación con iluminación para iluminar sus magníficas columnas e interiores. Finalmente, en el año 1987, la Cisterna de la Basílica fue revelada al público, recuperando nuevamente su importancia histórica.

Cisterna de la Basílica Hoy

Actualmente, la Cisterna de la Basílica es una de las principales atracciones turísticas de Estambul, conocida por su extensa red de columnas y arcos que crean una atmósfera completamente única. Un punto destacado dentro de la Cisterna de la Basílica es la presencia de dos cabezas de Medusa, situadas en la base de dos de sus columnas. Estas esculturas enigmáticas se cree que fueron incorporadas durante la era bizantina, posiblemente reutilizadas de una estructura romana antigua.

A lo largo de los años, la cisterna ha pasado por múltiples renovaciones y restauraciones para asegurar su preservación duradera. En el contexto actual, los visitantes tienen la oportunidad de recorrer una plataforma elevada que los guía a través del vasto espacio suavemente iluminado, permitiéndoles un encuentro cercano con las cabezas de Medusa y la oportunidad de disfrutar del cautivador espectáculo visual que ofrece la Cisterna de la Basílica.